La subida del precio de la energía ha hecho que cada vez sean más las personas que se suman a la energía verde y hayan apostado por los aparatos de leña para calentar sus hogares.
Además, ahora que llegan los fríos días lluviosos de otoño y el cambio de hora, apetece más que nunca encender las chimeneas de leña. Estos aparatos que disponen de altos valores de rendimiento y eficiencia energética pueden suponer aún más ahorro de energía si sabemos cómo sacarles el máximo partido. A continuación, queremos darte unos trucos para que lo consigas:
Utiliza madera seca y semidura
El primer paso para que una chimenea de leña sea eficiente es asegurarte de que la madera que utilizas esté seca. La madera húmeda produce menos calor y más humo. Almacena tu leña en un lugar seco durante al menos seis meses para garantizar que esté lista para su uso.
Las maderas duras, como el roble y el arce, queman más lentamente y generan un calor más constante que las maderas blandas pero no generan llama. La mejor opción es la leña intermedia, ni muy dura ni muy blanda, como el haya, el fresno o el castaño, por ejemplo. Si tienes acceso a ellas, elige estas maderas para maximizar la eficiencia de tu chimenea.
Este tipo de leña hará que que tu chimenea se ensucie menos y que obtengas más calor.
Controla el flujo de aire
Ajusta el flujo de aire en la chimenea para controlar la velocidad de combustión. Más oxígeno acelerará la quema, mientras que menos oxígeno la ralentizará. Experimenta para encontrar el equilibrio que te proporcione la cantidad justa de calor. Los aparatos de leña LACUNZA disponen de la más alta tecnología y te permiten controlar el aire de forma muy precisa.
Mantén la chimenea limpia y haz un mantenimiento regular
Una chimenea obstruida o sucia reduce la eficiencia de la combustión. Limpia regularmente el conducto de humos y la chimenea, o contrata a un profesional para realizar una limpieza anual, a poder ser antes de que comience la temporada de encendido.
Programa un mantenimiento periódico para tu chimenea, incluyendo la limpieza y revisión de las partes mecánicas, como las puertas y el control de aire, presta especial atención a la limpieza de las turbinas, especialmente si tienes mascotas. Esto asegurará que funcione siempre de manera óptima.
Apuesta por una chimenea de leña cerrada
Las chimeneas cerradas hacen que el quemado de leña se aproveche hasta un 80% más, son más seguras, evitan malos olores y que la habitación se ensucie. Los aparatos cerrados dirigen el calor hacia la habitación y reducen las pérdidas de calor por el conducto de humos. Además, si disponen de ventiladores o turbinas, permiten que el calor circule mucho mejor por la habitación, e incluso por otras estancias.
Con estos consejos, puedes hacer que tu chimenea de leña sea más eficiente y disfrutar de un calor acogedor sin desperdiciar energía. Además, estarás reduciendo tu huella de carbono y ahorrando dinero en calefacción. ¡Disfruta de la temporada de invierno con el calor de tu hogar!